viernes, 26 de noviembre de 2010

Poètica del Fuego

Cae en estos navíos como
cualquier conquista.
Mediterraneo y esférico
continua la obra de la llama.
Pero mis parpados, humedos
como las sílabas de su soledad,
enmascaran todo lo que puedan decirme
y el mundo vuelve a este jardín
de predicados,
donde salvas y goletas
ensordecen un río,
una calle como el mineral,
una veste de galerías cumpliendo ciclos
con la distancia,
salivas de espinas y una existencia
elevando dirigibles,
ruidos de electricidad y bicicletas.
Por un lado estas las dunas
por el otro, una consigna
después el ideario del verbo vuelve
a las constelaciones
y es extraño respirar una ventana,
ser el hermeneuta
de un hilo roto,
acceder a batallas con los líquidos,
dentro, muy lejos de la arena.
Y es extraño como una posibildad
derramar esa hipótesis,
que mi alma teje para los árboles
respirar entre litros de laminas,
ver en el mar la postrera condición
del que miente.
Por ello antes que su poética me engañe
yo elevo esta mentira al cielo.


Guillermo Isaac paredes Mattos

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