jueves, 6 de octubre de 2016
Entre lo Inasible
El instante es de las generaciones.
De los dragaminas.
Presuntamente de los obeliscos en un anagrama.
Dioses de madera sueñan entre los acertijos
y las galaxias son violetas despuès de
la llegada de un mortero.
Dioses como aquellos que huyen de los astros
despuès de las dagas.
La trascendencia dibuja un mitòn en el lenguaje.
Gimnastas de espuma estilizan ahora dromedarios.
El sol es ferviente como la incandescencia.
Entre elixires y pulsos de linfa, nace un oceano
con historias de crateres en un pedazo de agua
donde los reflejos alcanzan sus revelaciones.
Marchas de galeones en una tarde de legañas.
Pisadas de primaveras con historias de volcanes
en el interior de un hisopo.
Reencarnaciones y titulos llevados por las aldeas
hasta la nativa ciencia de un epiteleo en las veredas.
El instante es de las generaciones, pero tambièn
hay una bolichera en los prologos del aire
donde se agita un adagio.
Tambièn hay un equilibrio llenos de solsticios
y escalofrìos que vagan entre las
lluvias que dejan las siluetas.
Tambièn. Como si algo màs tuviera que sumarse
a las narraciones del dìa, una vez que se llega a
los neumaticos.
Al florecimiento.
Al desdecimiento.
A las sentencias que yerran entre lo inasible.
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