lunes, 3 de octubre de 2016

A Mitad de los Limites








Y los vientos conduciendo hechos de papel.
Por lo tanto, habìan seres que escribìan en ellos.
Por lo tanto otras palabras orbitanto la nieve
y los acantilados.

Seres como el sol y la hierba dejando ver 
el mar en un copo. Seres semejantes al sueño o los 
tallos.

Colocados de manera que la sepia regara
todas las palabras que se agitaban sobre sus
superficies. Colocados asi para que sòlo una boina
por la tarde pudiera tomarlas o quizà
un espìritu hecho de naves como la 
posibilidad o una estrella llena de sujetos como los
que se mueven en los parques en una hora
de latigos y obreros.

Y las superficies en esa sepia eran limbos donde
se encontraban lo gaseoso con las helices y los molinos
cambiando de rumbo mientras se dirigìan a
la orilla; demostraban millones de sirtes ahogandose
entre la misma.

Màs allà de la realidad los màstiles hundìan
ese desierto.
Las flores de las enredaderas.
El paquete de iones que es decomisado entre las
nucas. 
Las embajadas de los vellocinos en una proa.


Los vientos llenos de papel y ensenadas.
De escolleras a un punto del mar completado por
la escencia de un tronco -segùn lo indòmito- y los valles
rosados por los cuales esgrime una luciernaga su dìa,
con expediciones amarillas a las sienes.

Los vientos que estaban hechos de papel y se separan
para formar el humo.
Las estrellas en sus rafagas apostadas en los astros.
Los nombres idealistas en uno de sus minaretes con un 
soplo de acido, mientras las esferas cabalgan hacia
manuscritos de asfalto.

De craneos, de sedimentos y bloques
llenos de incrustaciones y en una uva
donde duerme escarlata en el trigo, la constelaciòn
que no pertenece a un poema.
Que pertenece a las flores de un peine.
A las maquinas donde una sombra forma por
la noche un higo.

Ballenas de oxido que atraviesan las palabras
en un mediodìa de sueños y cosas marginales como
el salitre.

Cabelleras de sol a travès de una aguja donde
las piràmides muestran el sueño de la piel a las maderas.

Y los vientos hechos de papel a mitad de los limites.

Sumergiendose en inviernos de trasatlanticos.





No hay comentarios:

Publicar un comentario