domingo, 14 de octubre de 2012
Mis Cenizas Autòmatas
Sobre un resto de zafiros.
Bajo el canto ruso de la inmensidad.
Cuando las trincheras abren su corazòn
de templo y desviamos santuarios.
Balsas inmensos polen.
O la menciòn de la corteza dirigiendose
al agua.
Con nuestra sombra de oceano y meditaciòn
adolescente, en n uestro tramite
de lo que puede ser o serìa
allà, muy adelante.
En los iris del pentàgono, acallado por
ancianos que expresan una foto,
como si èsta pudiera
expresarse.
En mitos que la conversaciòn dirige
hacia el diàlogo.
En diàlogos -los màs perversos- de cometa.
Cuando mordemos cenizas
y dientes de dioses
dejan caer
ese trazo.
El trazo del idioma encima de
los puentes, avisorando que un camino
es una serpiente directa
a toxicos pertrechos.
Donde algo de nosotros es barajado
y el mensaje del tahur
es el siguiente: Tambièn cabemos
en los cables
del telefono
en las tropas voladorasy celulares
de jarrones autòmaticos.
Y èsto ultimo lo aprendieron de
nosotros.
Nosotros los grandes y pequeños
vates, siempre aleatorios.
Perpetuamente autòmatas.
Guillermo isaac paredes mattos
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