lunes, 22 de octubre de 2012

Isocronìa Personal de un Ejemplo







No deberìa tomar èste momento.

En èl hay un sìmbolo de madera que
reconozco.

La realidad lo hallò con esa ternura
que precede a la debilidad
asi que no me pertenece.

Lo reconozco pèro no es uno
de mis sìmbolos.

Asumiendo que los posea.


Pero deberìa escribir de algunas
caracterìsticas en la hoja, donde ese
momento ha sido tomado
pero su dìa forma
una herradura de libro
un hemistiquio
de caballo y tumba,
èste dìa imanta nuevamente
el gentilicio de su fotografìa
el canto de una polèmica de cuadro,
por esas razones me siento nuevamente en
los puentes...Isonetista e isocrono, atildado
en el plàstico
con una escencia tanteando una litera.

Bajo esa envergadura no es posible
la escritura para mì y hasta el ruìdo
de su melodìa
es tan sintètico
que empiezo a percibirme tan breve
y autodenominàndome
el proyecto
de una laguna buscando su
cartografia, vuelvo a sentirme tan breve
y fiel como un colapso
entre raras enfermedades de techo
deseando noticias mortales
que reencarnan aeroplanos.

No soy una apariciòn.
Este dìa lunes mi materia y estadìa
no pueden detenerme, por ello
sè que la escritura en mì cuerpo
es hecho estètico pero no literario
por ello pienso en la narrativa a veces
- de las hadas sobretodo-
pienso en superioridades mayeuticas,
eclosionando, subyacentes e ideològicas,
interiores de colosales apologìas
cuando el mar interactua
y descubre que la ola es apolìtica,
que los ojos de los tritones son
reciprocos
y los balnearios de esa contusiòn
con la mañana de mi vida
una breve
- tan breve- pero fiel conversaciòn
con una orilla de aceite.

Donde mi mente busca el momento
de sus propios
ejemplos.




Guillermo Isaac Paredes Mattos

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