miércoles, 3 de octubre de 2012

Idiosincracia de mi Inmensidad






No poder decir al oceano si este hombre es lo
que piensa.

Detenerme y ser medido por sus pies, escribir
muy bajo y puntiaguado.

Caminar por un estigma donde uno a uno los
puentes vibran al delatarse.

Tambièn se caen.


Y como un eje sin ninguna idiosincracia no
decir al oido si mis labios son un acontecimiento.

Si mis palabras aùn estàn vacìas como
ese sacrificio
donde aguardo una marcha funebre
dentro del aire.

En las màquinas del aire.

En toda la maldiciòn de su orfebrerìa.

Hasta que el universo y algo de mì
estèn de acuerdo...

Hasta...

No crear hasta la mancha de una silaba en
los tobillos.

Amanecer sin un amen y una costilla que ofrezca
al tiempo un sacrilego.

Inventarnos dentro de un armatoste otra vez.

Incriminar otra vez una tradiciòn que reflexiona
en una liebre.

Llenar la inspiraciòn de cometas
que como balada de una ira sobrenatural
doran aùn sus horoscopos.

Y luego...luego percibir su inmensidad.





Guillermo Isaac paredes mattos

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