Poema
La pureza es un lugar sediento
bautizado por los perros.
Un hombre de aire
buscando su carne entre la noche.
Pero ninguna madrugada es salvaciòn
de nadie.
A esos hombres transparentes
les serìa ideal que toquen una cosa,
un objeto, para intentar atravesarlos de otra forma.
El ser que llevamos nosotros -hablo tambièn
de este que escribe- jamàs lo harà.
Hay que hablar y escribir de jamases.
Se hipnotizado por una cama, un ladrillo
un pan con agua, un levantarse temprano
para ir deseseperado y asi sobornar, ser sobornado.
Tambièn soborno.
La ùnica diferencia.
Es que sucede en esta hoja.
Guillermo Paredes Mattos.
domingo, 29 de agosto de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario