domingo, 18 de diciembre de 2016
Impregnados de Cosmos
Recuerdo que los antìlopes eran una especie de sudor.
Debo saber que las grevas se inclinan a las agujas y lo terrestre.
Que entre la fiebre desprendense jabalinas hacia la parte
celeste de una cigarra, dormida en la imagen de una xilografìa.
En ese recuerdo se encuentra un grial suspendido en el
oleaje. En el horizonte siempre y cuando sea teatral
y folklòrico, completamente ebrio en el hambre.
El concepto y las palabras encerradas entre los pergaminos
de una orilla. Allì el oceano duerme entre interrogantes
y prepara el nombre de las palabras que se agitan antes
del sueño. Algunas olas conocen sus silabas; ello tambièn
vibra en ese recuerdo.
Las cenizas, los àtomos con ajenas interrogantes. Las
preguntas solitarias donde la hierba presiona una rama,
un cartilago, el reves de la linea o los aluminios, el eje
o el perdigon donde brotan dirigiendose hacia las
piramides las cartas, los botones de nieve en un
arco, la captura del higo en una monotonìa que
reporta la existencia de una tarde, de
una calle en esa tarde donde
los cometas llegan al agua impregnados de cosmos.
De cenizas de galaxias que no son màs que otra forma
de los elixires.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario