lunes, 19 de diciembre de 2016
Crepùsculos de Hidrògeno
Es temprano. Las arboledas dejan ver un nido.
En una especie de cresta en las ramas aparece un abismo.
El caos se precipita sobre un universo inmovil.
El viento se convierte en la replica de algùn cuchillo.
Sobre la taza de esta mesa vuelven a golpearse los
invertebrados.
Salas de mamìferos son un cine y en la inmensidad hay
una vereda de humo.
Los objetos empiezan a ser trepanados. Las formas del
agua en sus superficies desenvainan un predicado de sol.
Un escrito sobre el desierto llega guiado por la miseria
y en un pasaje de añil es creado un paisaje.
Los archipìelagos en el rostro son una onda.
Inspiraciones de hiponoticos arrobos escarban en la bruma.
Los elixires que no deseabanse buscan tejidos silenciosos.
Pieles de bronce al lado de un castillo, donde se llega
al bozal una iguana.
Nacen biotipos de fosforo en la luna y todos empiezan
a esparcirse.
Llegan al gorjeo del ave y el pezòn del pelìcano en una
fragata.
En un rastreo del cosmos los puertos podròian o no ser
inasibles. Tienen una parte con oleajes de juguete.
Suben a organos centrifugos. Llenan sus apellidos de
carne y astrologìas.
Es temprano. Yo sigo desconociendo al sujeto lògico
entre lo irracional.
Yo sigo alimentandome de eslabones.
De collares de agua.
De talismanes sin antepasados.
Rodeade jeringas y de mariposas.
Todas no dejan de elevar crepùsculos de hidrogeno
en sus antenas.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario