viernes, 11 de octubre de 2019
Apariencia de la Ironía
El pétalo es como un antiguo sonido esta mañana.
Uno con cierta devoción.
Los pájaros ya ladran. Lo hacen con determinada
ojeriza. La lluvia es un crepúsculo.
No logro precisar que tipo.
Supongo que esa es toda su escatología.
Su prólogo.
Esa identidad que hace de las cosas una pirámide
y muchas dimensiones de cebras.
Incalculables a veces.
Ductilmente en la verdad desde la hipotesis
que una corola muerde.
El cuerpo que habita lo poético es un ser.
Uno lleno de enigmas.
Con siete catapultas en la boca.
Reiterado en el sur por un frenético hilo.
Uno funcional
Elevado por los callejones y sumido en uno que
otro cuadrante. Un cuadrante púbico.
Talámico.
Hace frío?
Un canto de llovizna y leche es anterior a mí.
Un brillo religioso traza el aluminio
de una raíz en el sueño.
Todo esto puede ser llamado hipotenusa.
Agnosticidad de infinito cúmulo.
Estilización de trópico exhalado
por el rocío.
Escupo a los opuestos.
A las teorías dialécticas de la hierba.
A la ceniza del barro con hálito de elefante en
una bicicleta.
La alquimia bosteza.
Helada y circulas como la herida en la superficie
de un cuchillo.
Así empieza a emanar de la superficie de tal
cuchillo el porqué.
Y es completamente diferente.
En nada se parece a la ironía.
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