martes, 18 de octubre de 2011

Batalla de Tridentes

Conocemos cierto apogeo.
Una herencia.

Alguien deja poèticas materias allì.

Una tendencia donde lo funebre
se organiza senario.

Ese desenvolvimiento interpreta capìtulos nocturnos
capìtulos peculiarizados por ballenas con funciones relativas.
Un testamento quizà, una dinastìa, algo legendario.


En el interior de aquel apogeo
los proverbios de nuestra soledad desarrollan
cultos de samgre, cultos de flauta hechas de uñas
para ello, debemos asumir que todas han sido arrancadas
de los dedos.


- Gèneros de turbulentos caballos vuelven asi
a las perlas-

Yo crecì en esa tiranìa, frstràndome al tocar imagen
tras imagen, dispersado por veranos que eran trenes
ilustrado por lo insòlito. Tuve endèmicas lenguas
un vocabulario de fàbula fue mi mesa, tambièn era
de platino, ahora comprendo el mercurio en mi boca.

Es decir una consecuencia increìble.

Donde se liberaban fabulosas batallas
de tridentes.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

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