sábado, 22 de enero de 2011

Versión de los peces

Porque somos maniatados
y como tricetas o
yacimientos de angustia descubrese
ese nosotros por el mundo
y el derecho a alarmarse
en medio de balancines
limpia nuestra morada
de orillas.

Para que alumbre el mar
una yema.

Porque leyendas reclinándose entre
míticos eros, donde el idioma
vuelve primitiva a la noche
nacen como gramáticas de palieres
vistadas desde puntos
y primitivas falanges
asumiendo lo crónico, vistiendo de campanas
sus hábitos, sus prismas,
todo aquello que el mar vuelve raso
para entrañar hasta el sueño
un estuario.

Un jardín de peces.

Donde mi voz vuelva a crecer en
tu piel.


Donde tu voz vuelva a crecer
en la mía.




Guillermo Isaac paredes mattos.

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