jueves, 19 de septiembre de 2019
Relativo a un Unicornio
Concerniente al hemisferio. Al resplandor
que teje o delira. Relativo a ello un unicornio.
Uno que hilvana en un trazo o escupe en
la arena. Uno que descascara una naranja.
Y en una mañana de vidrios antropométricos.
Vivirá acaso en una epifanía?
Sostendrá lo inasible?
Emanará de las piedras que llegan del aire como
botellas cansadas.
Igual que inercias provenientes de lo divino
constituirá puentes en una luna?
Es acaso nada más que mitólogo que habla poco
de si mismo?
Qué dirán los núcleos. - claro está esos que
son iridiscentes-
Que pensamientos se desprenderán de aquellos
que nos acompañas con la esperanza de que el hombre
pueda llegar a otros.
Concerniente el tiempo.
A las brújulas con las cuales busca el verbo en la arena.
En realidad sólo lo anhela.
Pero el unicornio no lo sabe.
El busca y anhela.
Multiplica y cierra las ventanas de todos los planetas
en el universo.
Roe de noche los árboles para que los pájaros representan
aquello que del sueño ignoramos.
Una de aquellas es una imagen en la que el unicornio
se humedece en la orilla.
Trazado en su único reflejo por un invierno
de plástico en otros ojos.
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