lunes, 16 de septiembre de 2019
Estructura Poética
Contemplo a dios en un jirón de espuma donde
hallaron diálogo los animales.
-es exacta y relativamente dios-
Las circunferencias elaboran pájaros y truenos.
Escrituras de agua.
El horizonte es sórdido como una vereda de pus donde
palpita un astro. Uno que duerme. Uno que sólo
despierta en sueños.
En una figura se trasladan citaras y mandíbulas
que llevan la inocencia. En la otra orilla
la culpa observa. Paralelo a ellos el ritual de un
mágico infierno asciende por las raíces
que van en estampida por las veredas.
!Oh Panorama de un niño cuando eleva poliedros¡
! Constelación atroz de cera en aparejos de carne¡
Voces ancestrales de humo abstraen escarabajos de aluminio
en el desierto. Los lampos renacen en el pubis de una
luciérnaga. Justo allí donde la luz da origen al
brillo.
Escaladas de fuego recorren un núcleo de sal en una
alabarda. Su aliento en espiral naufraga en una
trayectoria invisible. Gnóstica.
Marginal al tacto y el residuo; yelmo de querubines
que se alimentan de sangre en una aurora
purpura.
Neologismos y vértigos anhelan un borde imitado
por la espesura. Por las andanadas.
Por el sol que se extasía en el tiempo o la ley relativa
a los pájaros que ahora se lanzan en picada
al océano. Su nombre es gravedad.
Y no viene de los presagios.
No es un preludio que ha incrustado siglos de barbarie
en sus ojos.
No es el horror de un paraíso desfigurado por
cualquier gesto bíblico.
No.
Es sólo la máscara de una mariposa que cruza la tarde.
Ebria.
Insomne en el vapor que un día arrasará las ciudades.
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