miércoles, 5 de diciembre de 2018
El Sol que no Descenderá en la Tierra
Si alguna ventana fuera edificada por la imaginación.
Si alguna caminata a los parpados escribiera
de la razón con un pájaro amarillo.
Si de esas palabras escritas
se desprendieran inútiles mandarinas.
Si todas cubrieran el mundo.
Si la hierba quisiera decir que los hombres son
iguales pero se detiene pronunciando en vez de ello
que es en absoluto falso.
Si desde los sólidos algo material lleno de prefijos
incursionara en los espacios del verbo.
Si el mar fuera una barba de limón donde el hambre
inunda de leche un espejo.
Si lo arcano fuera el grillo que enumera por la
noche la silueta de los bólidos.
Si todos los acertijos fueran siempre langostas.
Si las efigies proyectaran en las sienes un arco
de cera maravilladas por el desprecio.
Si ello representara un abalorio.
Una proética del lado de los planetas cuando
muerden un bulbo.
Si lo ancestral agitara su rampo meridional donde
canta un bozal o el animal recibe la noticia
de un velero sin mástiles y sin seres.
Uno que prescinde de ellos para llenar de purpura
la superficie del mismo.
Porque el sol no descenderá sobre la tierra.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario