lunes, 17 de diciembre de 2018
De Todas Maneras Un Navío
De todas maneras es un navío.
Tiene que ser un navío.
Ha sembrando corolas en los muelles para
que podamos saber de quien se trata.
Pero en realidad obedecen a otras fuerzas.
Cuando caminamos por las calles
tal navío posa frente a nosotros y alimentándose de
amapolas nos mira con ironía.
Con desfachatez.
Siempre. Siempre hay una mántis en su pello.
Reflexiono en el origen de ello y llego a una primera
conclusión; eso lo hacen seres convencidos de si mismos.
No necesitan hablar de poder mezclando a la voluntad.
Lo saben muy bien.
Que tendrá que ver la voluntad con sus actos.
Qué tendrá que ver el destino.
Accidentales y a veces puros como una agalla
que despierta en las fonteras de sus nervios.
Inquisidores modernos con jabones de plata
y planicies de cobre
llevando diarios de hemofílica magia. Así es mejor.
Nadie quiere coagulada a la misma
en las venas.
Y si nadie quiere.
Qué se quiere entonces?
Qué se anhela?
Qué navíos siguen el camino de las imagenes
para desterrarnos.
-como si nosotros de por si no buscaramos a
diario desterrarnos-
Como si cada uno no supiera que esta
calle no nos pertenece.
Ni los hombres.
Ni el amor que corre por los rostros de los
hombres.
A nosotros sólo nos pertenecen las letras que
se unen a otras para convertirse en sílabas.
Y las sílabas oprimiéndose a otras
hasta encontrar el camino a las palabras.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario