jueves, 19 de enero de 2017
Poema
El lenguaje fue devanado por la mañana.
Pero esa oración la escribió un trueno.
En sus cabellos había un sol amarillo rodeado
de lamparas.
El viento ha colocado un aroma viscoso en sus
palabras. Una sabiduría que parece de hiel.
Los barcos se unen en la lejanía en busca
de un programa con colores de higados.
Un ariete asciende por la hojarasca.
En sus arterias brilla un lirio blanco cuyo
occidente es de grutas.
De sanjas de ligamento universal, tal como
diría aquello que se perpetua.
Que lanza acidos, que borra sudarios en el
espejo o se prepara a descubrir algún hilo.
A entender que tan profundo puede ser
el abismo entre las cosas.
Y cúal de todas nuestras palabras nos
guiaran desesperadamente en ello.
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