lunes, 23 de enero de 2017
La Vida de los Rituales
Hoy no he llegado a la vida de los rituales.
Una parte del sol se endereza; el resto
se convierte en una extraña figura.
Entre la identidad la apariencia roza
clanes de agua.
Tampoco he llegado a la vida de los cordeles ni
las metamorfosis. A los pronosticos del humo de
parte de los automoviles. Algo semejante
al viento enhebra caleidoscopios de poesìa
en el pavimento.
Pienso un instante en los ladrillos de este
parque que han formado veredas. Todas son
diagonales dirigidas siempre a un circulo.
Los bozales desnudan su silencio.
Las hojas de acido preparan sus cultos en el
azogue.
Un diàlogo no trajo el vuelo de la lluvia
pero trazò en el humero secretos neologismos.
Los relojes se separaron de las termitas
para alcanzar los semàforos.
El sentido que habìa en el halo fue
desfigurado por un pico de hielo.
La interpretaciòn durmiò en una membrana
de canela.
Allì la brisa llegaba identificando un
triàngulo. Un fulgor casi en el enves, una
inspiraciòn propia de aquello que llamamos
empiricos almanaques.
En ellos sòlo la vida de la existencia
vuelve a agitarse
ante la llegada del poema.
Hoy no he llegado a la vida de los rituales.
Y en la màs lejana perspectiva, nada màs que
una parte del sol se endereza.
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