viernes, 16 de septiembre de 2016

En las Escamas de sus Alas






La figura abierta descansa en un hilo.
Debì pensar en ese hilo. Debì pensar
en la figura
abierta. Pero no sucediò ni
una ni otra cosa. Y el descenlace llegò
de una regiòn amarilla donde
la inspiraciòn ocultaba sus peninsulas.
Era la inspiraciòn realmente?

Y los prologos conducìan bengalas en 
sus sienes.
Entre los anfiteatros se daba caza al musgo 
y las recolecciones.
Antropofagos y alquimistas de granizo subìan
por edificios de leche.
Todo eso que hasta cierto punto podìa 
desnudarse 
en el interior de una luna en el agua. 
En un pàjaro muerto 
ante el sol. Tenìa  -aquel pàjaro- nada màs 
que una mariposa
en las escamas de sus alas.
No poseìa màs de dos segùn todas las 
gnosis.

Y el sueño?
La campana en la voz de los parques donde
soñaban
los hemiciclos? La ruleta en el jazmin en 
cuyos nervios
tensabanse los origenes? Los nombres 
ancestrales de
una rama donde el sabor de las hojas era agrio 
como las raices?
Las escrituras buscando el sonido entre 
las liebres
semejantes a una caligrafìa en las palabras?
El acento de la gota?
La sombra del helio?
El reflejo de los leprosarios en las
hogueras?


La figura abierta. El hilo donde descansa.
Los anfiteatros llegando de las brisas 
con un pedazo de corcho.
Con un volcan constituido por selvas.
Por un nucleo donde los prismas articulaban 
ventanas de iridios regadas por los
eclipses en el pensamiento.

Edades de pleistoceno en los rumiantes
que transitan por una boca.
El cesped con una entraña de hielo entre
temporadas de uñas, allì
las mitologìas apilan oxigenos 
y escalas sobrenaturales 
entre los daguerrotipos y numismaticas
semejantes a las que el viento
incrusta en las palomas igual a algo dorado
como el himno.

Lleno de infinitos espacios por donde cada
dìa arañamos los eslabones.














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