jueves, 1 de septiembre de 2016
Al Atravesar un Diàlogo
El hombre atraviesa un diàlogo.
Como el diàlogo, tal hombre està lleno de
palabras y astronautas.
De entelequias.
El dìa es mamifero mientras tanto.
Parece despertar con un molino en sus sienes.
Luego de agolpa entre los perihelios.
En ese momento esta lleno de capitulos.
La linfa cae de una profunda historia
oprimiendose entre sartas de petroleo y astros
de madera.
El hombre cruza una palabra y luego otra.
No puede separarlas lo cual adquiere el significado
de un hemisferio.
Las puertas son de yesca ahora.
El mundo determina el nùmero de los balcones
que caen del sueño en èl. Se ciñe una caratula a una
cronica donde el lago es extranjero. Tiene
asonadas de misticismo en sus
lampos.
Trabajan a diario las clepsidras. Igual que una
pergola en secreto llena de manadas.
De civiles con alientos de emperdibles
y literalmente un monasterio
es el solsticio elaborando
mitografìas.
Proximas galaxias de plasticos
en una chalina. Un pañuelo ensartado en
el roce de una capucha, alimentada
de teatros.
Las civilizaciones respìran y es como sentir
un punto que avanza entre los terrible
con una bicicleta.
Lo terrible es una corbata donde llegan
al esgrima los artropodos.
Un limite lleno de cadenas con escarcha.
Un collar de acido que empuja hacia los
prodigios el sueño de sus eslabones.
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