sábado, 27 de julio de 2013
Rapsodia de los Elementos
Teorìa del halo convertido en ciencia.
Rotaciòn del musgo en la alambrada.
Balada oceànica de nibelùngos, aquì
la posta de una alameda a la lampara
acompañada de insectos y raices.
Aquì el sìmbolo de una linea
construyendo escencias entre sus figuras
buscando un logos, no necesariamente
poemàtico; con ese temperamento de verso
el fluir encarnecido de la argamasa
es fluorescente con aroma de bengalas,
naciendo a un monasterio de helices
en los cabellos. Luego el monolìtico rito
junto al alfeizar, raspando el abedul
y si aquella teorìa de halo perdiera
conciencia, tenemos un tejado entre
las nebulosas, de allì a las mancias
no hay lejanìa.
Y entonces las ramas, entrecortan
el destino de una uva, idealizado por
destacamentos de osculos sobre los
naipes y cadenas. Luego un puño
extiende sus dedos hasta formar
una mano, tocando entonces el rango
del aposento en la inspiraciòn,
la medida linguistica del rapto; un
instinto desatado por logias
de husares junto al rehen,
en la cofradìa
de su contemporaneidad
y aunque la eternidad diera saltos
de pulga
siempre encontraremos un ladrido
que logre devorarla.
Asi que no te apures...
Tù sigue caminando entre los
elementos.
Guillermo Paredes Mattos
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