domingo, 7 de julio de 2013

Elegìa de un Tisico





Los cìnicos silencios en naturalezas de pez.
Los tisicos.
El pulmòn de una avenida regresa al habla.
El lenguaje asombrado de su universo
en forma de mineral o tramo.

En esa estrofa, circuitos de ègida
dejan de cumplir su papel
en las plagas de los diose. Viejos
emperadores al lado de estos reconocen
empalados la ùltima revoluciòn del nictalope.

Era acaso, el resplandor donde yacia
la episteme de una silaba mi yugo.

Era tambièn la coherencia de una oraciòn
cremada por un veredicto.

Pero volvamos: El cìnico silencio del pez.
El artificio del tìsico.
No olvidar el higado de una neumonia,
ni las flores que caen rojas, màs rojas
que la lluvia, porque en el cielo
estàn sembrados los hombres.

Y todos han sido degollados.



Guillermo Isaac Paredes Mattos

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