martes, 30 de julio de 2013

Las Runas del Iris






Si vas a derramar nauticos pedazos.
Si precisas de formas herbaceas como un nido
y puedes acentuarlo con la indiscreciòn
del estro objetando un dìa a las palmeras.
Y si en esas palmeras un arabe te cuenta
la historia de la hiena y el leòn. Si vas a 
recordar el lenguaje del infarto en una
luna de primogènitos, donde el aleluya
es màs dramàtico aùn que su fonema.
Si quieres ser finalmente gramàtico.
Dorado por el platino de una palabra,
forastera entre sus propios sonidos.
Si vas a llevar culatazos.
Ruletas y al lado de ellas, un muro.
Un anciano dormido en un cine
tan elegante en su sueño que sòlo
te queda alejarte.
Ceñirte como lo harìa mi espiritualidad
a enfebrecidas espumas
de citaras y pretorianos.
Si no vas  a buscar en tus venas como lo
hacen las sienes.
Si sòlo quieres la experiencia de paradojas
asimètricas.
Y sus elipses te parecen el asunto perfecto
donde olvidar la sensualidad.
Si no quieres ser un tanto hermeneutico
como una pocilga.
Si buscas entre la noche y la diferencia
entre ella y tus cuadernos,
tantas cosas.

Si no quieres ser tan sobrenatural 
cuando se siente.

Sì, todo eso no serà un  hecho...

Dame a mì la supersticiòn, el amuleto
y el mineral.

Y deja al iris, seguir su camino.



Guillermo Parades Mattos

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