lunes, 1 de julio de 2013

Himnos de Caleidoscopios






Antiguas làpidas de musgo,
sobre ustedes la memoria
anuda sobretodos,
historias de hiato,
la menciòn - pero aludiendo-
no sòlo a la continuidad,
tambièn a una vocal tras otra,
a una conjunciòn de nadie.

Arcanas elipticas,
los mùsculos
celebran su victoria
ante los huesos
y con ello, un vaticinio comùn a los sauces,
a lo mas legendario legalizado por lo indòmito
o el derecho del cadmio en una estrofa,
sugiriendose vertiginoso, cae
entre madreselvas.

Làpidas, medito en sus vestales
como lo hace una analogìa,
doy cuenta del simil bajo un fluorescente torpor
cultivado por la belleza: Presagio de nodrizas
desdoblandoze en recorridos eroticos,
donde electricidades de uvas
ascienden nuevamente a sus celulas.

Impresionantes marcas.
Cenizas turcas de sueño.
 Entre omniscientes veletas despiertan
agitares de caleidoscopios, con aventuras de
cinicos telegramas.

Siempre hacia un lecho. Junto a fonomìmicas, el 
teatro de piel inunda territorios lacrimògenos,
subconcientes de hierro deshidratando victimas
de fosforo, sobre ellas, las lunas empujan 
mas torres.

Un caliz de mirra sobre algùn periodico.

Un plano de doricas columnas
donde superficies redondas iluminan
los planos de un imperio.


Guillermo Paredes Mattos


No hay comentarios:

Publicar un comentario