Las ballenas piensan que decido poco.
Ellas viven entre los peces, allì buscan
que su necesidad camine como un àrbol.
Entre el lenguaje de los àrboles, el ser
interpreta que la voluntad es una torre
llena de etiquetas y riachuelos de plomo.
En cierto sentido, estoy conforme con que
èsto exista, en otro no. El ùltimo
es desconocido, por lo tanto, no existe lògica
donde pueda su vida, iluminarme.
Y mientras tanto - lo màs sorprendente -
Es que lo ùnico que logro reconocer
son hojas que caen desde la luna.
Guillermo Paredes Mattos
martes, 27 de marzo de 2012
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Hoy mirando desde mi ventana
ResponderEliminarVi una sonrisa en el firmamento
A su lado dos pecas
Levanta esta noche tus ojos
Tal vez en Lima tambien brilla la luna
Su sonrisa y sus pecas
Tal vez...
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