Dime pensamiento, en què momento llegò dios a ti.
Escribe algo verdadero sobre aquella poètica
que sepa de èl sin ninguna palabra.
Y tù ves, los àrboles caen entre ruinas
y estoy cansado de repetir las mismas cosas
de golpearme contra mis paredes y a ello llamar poesìa.
Nunca escribì un poema.
Nunca asumì el papel de la pàgina
eso es demasiado para mì,
pero nada he de decir de la simpleza
es tan fàcil que el espìritu de la abstracciòn
humedezca dada uno de sus latidos
es tan facil y humedo que mi noche planea
y el segmento de mi piel entre transparentes epistemes
teje puertos de retiradas.
Dejame crear un mundo, dejame tambièn destruirlo
si sabes ofrecer tus monòlogos para nadie, sabràs de que te hablo.
He sido un hombre, soy una existencia,
presagio ya sin nungun oràculo
y cada madrugada es mas dificil hablar de ti a mi otro.
Diràs que eso no tiene importancia.
Pero no me digas que la sensualidad es el fìn
realmente es el fìn pero de un mundo
en cada sensaciòn hay una ira burguesa
ira porque hay seres que debajo de las aguas
saben que ella es sòlo un infierno.
No porque lleve maldiciones, no porque sea elegida.
La encuentro cada dìa entre mi despertar pidiendo un òsculo
pero mi espìritu sòlo lo tiene para las paredes.
De la creaciòn no puedo escribir nada.
Ella es quien dice todo.
Si me importara beber de su pecho
seguramente huirìa a un pubis
lejos, lejos del narcotico.
Y ahora dejame abstracciòn,
mejor dicho guìame
la estructura de mi cuello
es la ultima venganza del sonido y la palabra
pues en ella siguen cifradas
como una religiòn.
Guillermo Paredes Mattos
jueves, 29 de marzo de 2012
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es este el poema q me enamoró
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