Yo sè que llegarà una noche en que aquello -ya lo ùnico- que tendrè- para apostarle a la muerte ya no serà un poema. El hecho y el sentido de la experiencia. Su oceano de simbolos y constelaciones. Y en esa noche lo ùnico que le quedarà a mis manos como apuesta, serà mi vida, en otras palabras la constelacion de mi infierno.
Habrà que firmarlo.
Guillermo Isaac Paredes mattos
miércoles, 6 de octubre de 2010
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