viernes, 7 de junio de 2019

Mi Gnóstico Dialécto





Cerca de la noche el viento es religioso.
El rostro de una cuchara parece una xilografía.

El alfabeto comprende o a la sazón es científico.
Nupciamente epistemológico.

Nosotros seguimos a los cocodrilos pero en el
interior de los zoológicos.

Nosotros repartimos cartas a los dirigibles 
en el hemisferio.

Ahora ya no existen automóviles.

Ni lo sagrado tiene que completar esos inútiles
ritos que llevo en mi autoestima. No.
Hay un periódico, es cierto.
Hay una dirección llena de cofías o pretéritos.

Existe una coreografía donde el mar se
enlaza a la ira.

También existe un correlato de jabones 
pequeños dormidos entre la niebla.
El viento es un acento.
Uno perpendicular.
Ebrio de ráfagas.
De alfabetos.

Cerca de la noche el viento es religioso.
Pero yo no soy prosopopéyico.

Ni veo el mundo como un gnóstico dialecto.

Ascendiendo por la noche a una campana.





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