sábado, 15 de junio de 2019
Igual que el Corazón y la Palabra
Tienen que existir palabras para que
otras sucedan. Deben ser desconocidas.
Tenemos que tomarlas de las supernovas.
Deben ser como satélites para que durante
la noche sostengan las órbitas de los
planetas.
Aquellas que no pudimos sostener cada uno
de nosotros.
Un mundo con muchas hélices para que
los molinos puedan encontrar su corazón en
los desiertos.
Será como un jardín de trigo que besa una
araña por la noche.
Pero, un jardín de trigo no es besado por
una araña.
Esas cosas sólo suceden en la imaginación
y antes de ello el ser las intuye
para que pueda llegar a la palabra.
Empero, no es el único lugar al que llegan.
Los demás lugares que alcanza son
misteriosos.
Igual que el corazón y la palabra que empujan
entre la soledad este poema.
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