miércoles, 14 de agosto de 2013
La Fe Poetica de las Memorias
Duerme la arena.
Una campana a su lado es de lluvia.
Estrictos pigmentos
azulados por
una tiza o el carbòn -en apariencia
la dualidad de la melodìa-
entre la perversiòn
o crueldad, seràn nuevamente
una balsa.
Llevo uno de tus vientres en ella
y lo dedico a ese pubis
silencioso como un
palacio de espinas
en las astillas
del trueno, ese pubis
que serà el demiurgo
màs profundo en
este
archipielago.
-Artilleros de plata
recorren doricos juicios
de polvora
buscando un mortero-
Fusileros de cobre
indican a los navieros
los volumenes que sindican el tiempo
como el lugar del cual
llegaran las mentiras
y las aspas.
Las carretas. Los ferrocarriles
donde espolones
e industriales noviazgos
tocan otra vez
los entretiempos
donde las pasarelas
orientaran todo intento
de aplastar
esa intuiciòn en la arena.
La arena que es sonàmbula.
Que destripa cantos.
Que no aguarda morteros.
Y se desliza en el tiempo
sin sospechar que
un pubis se encuentra
en una balsa.
Buscando terminar con la
poètica fè de la memoria.
Guillermo Paredes Mattos
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