jueves, 27 de junio de 2013

Prerrogativa







Son leguas misteriosas.

El hilo de una mafia en ella
anuncia el cartel de
su velo.

Y no reparaba hace mucho en esto, el
ùltimo sonido que vive en esta plaza es
el que toco. Es posible que la lluvia haya
alejado a los hombres, cabe la posibilidad
de que hayan fueran silenciados por una ejecuciòn,
igual que una forma es silenciada por 
un alga.

Medito en ello.
El sentido que posee este momento
se parece a la lluvia, a un reloj: Sus campanadas
son ahora un contenido letal y luminoso
hecho de nieve. Un contenido de
lamparas y diafràgmas,
poseido por universos
de aros
y toda historia de particularidad
en mi casa,
tambièn es semejante.

Son martillos misteriosos
acompañados de ladrillos,
ante ellos, no es indispensable nada màs
no es necesario otra cosa,
las palabras siguen
el curso de lo empirico
como un acertijo, 
bajo la nieve expresan sutilmente
los cantos de
un adivino.

Sòlo el poema se acera por la 
noche con un talisman
incrustado en los ojos con cadenas
para reconocerlo.

Pendiente de universos,
desde sus propios amuletos
para recrearlos.




 Guillermo Paredes Mattos





 

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