miércoles, 12 de junio de 2013
El Manantial del Infinito
Caminamos con vaticinios que en el corazòn
dejan un sentido de nieve.
El otro se aprende mientras vamos hacia el
agua.
El hecho, es que terminamos como un manantial
que siempre anhela orillas.
Pero no las encuentra.
En ese momento descubrimos el absoluto
de nuestra necesidad.
Porque todos los liquidos de nuestro
ser se derraman.
Y nuesto ùnico deseo es que ello
no sea infinito.
Por màs que la gravedad sea amarga como
un bolido de sal en la arena.
Guillermo Paredes Mattos
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