viernes, 21 de junio de 2013
El Dìa Equinodermo
Este dìa ortogràfico.
Sin recogimiento.
Sin ubicuidad.
Todo un panlogismo.
Una carreta.
Toda una circunvalaciòn de
alquimia.
Tan ojera.
Tan hambriento
como adjetivo o volante cardinal.
Como ramera ortogràfica.
Desigual, inocente.
Tan extraño en las cartas.
Nominado a esquinas.
A heuristicas
de fusil.
Sin objetividad.
Material como el libro.
Buscador de suelas.
Lleno de aretes y esporàdicos lèxicos.
Disciplinado como un edificio.
Semejante al lance.
A frecuencias de set
o el purpura de golf en tu esquema.
Este dìa caudal, gobernado
por frenetismos.
Esta, mi rapacidad
sin belleza en una hoguera.
Perpetradora y trecho.
Jurispruedente de columnas
maniàticas.
Interrogaciòn o historial.
Arsenal de guijarros.
Mi dìa, en cuyos radiantes homicidios
agonizan robustas perdiciones.
Mi dìa atolon.
Lleno de horas y mantas sin ingenio.
Coleccionista.
Ventilador.
Temperamental de frontis
y rebeliones.
Pronuncial en su pronunciaciòn.
Equnodermo desde el
cèfiro.
Este dìa.
Acertijo finalmente
de la màs violeta
bala.
Guillermo Paredes Mattos
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