viernes, 28 de junio de 2013
Las Liebres Descomunales
Siempre he pensado que las cartas
de liebres, son como amatistas
pendientes de barcos
llegando del aire.
Convencido de pocas aliteraciones,
busquè la muerte del cofre
en ese lenguaje
y con la sensaciòn de quien indica
a un corazòn donde queda una playa
me sorprendì de que
pudiera seguirlo.
Ello lo escribo porque me neguè
tantas veces el rumbo de
una corola
que mi espìritu
habìa sumergido en esos mèdanos.
Eso tambièn lo saben las dunas.
De ello habla el conocimiento
que bajo la memoria
no deja de buscar en la reminiscencia
un casa y una chimenea
de crines
fermentandose.
La pus allì domada por el tiempo
despierta latitudes.
Y a veces rìos de huesos dorados
y descomunales.
Guillermo Paredes Mattos
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