domingo, 23 de junio de 2013
Idiosincracia Literaria
Hace un instante reclamaba.
Preguntaba al aire, què constelaciones
dormìan en mi dormitorio.
Què signos en las palabras
iban a borrarse
para no prepararme.
Hace unos momentos yo miraba
el sol sin ningun hecho
y ello me hacìa mas
propenso a un mal poètico
pues inevitablemente
son esos segundos
los que crean. Y no tienen ètica.
Sabemos, que de algun objeto
nos convertimos en
elemento,
en pàjaro de agua con un
sentimiento indeleble en
los acentos y la
conversiòn,
escribimos detràs de las paredes
para escuchar el don
de los talantes sin furia,
allì donde la rabia duerme
su fruto de papiro
negado.
Naufràgamos, dociles y sucios
para no ser condenados,
pero sabemos que ese engaño
es necesario como
una doctrina que llega
del aura, cuando no
de las regiones
donde decimos ya nada.
Ya nada, ese es escrùpulo
con un altamar lleno de
perros.
Y como este atardecer
no soy gramàtico.
Yo dejarè que hasta encontrar
mi sangre, muerdan.
Guillermo Paredes Mattos
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