domingo, 10 de abril de 2011

Diario Necrològico

Observa el hecho como una circunstancia.
Deja tu corazòn un momento en ella, porque no serà
para siempre.

Luego haz lo contrario.

Empieza nuevamente.

Observa el hecho como un fenòmeno.
Diremos otra cosa, como una pronunciaciòn.
Posaremos un alma, que no sea nuestra
para tranformala en manuscrito.

El hombre es una libelula, pero no un manuscrito.


Toca ahora a la circunstancia.

- Es posible que algùn dìa volvamos sobre el
hecho-


Escribiremos que es lamento.
Planetario de heridas, mortal relaciòn,
sìmbolo necrològico con la existencia.

La existencia no implica sòlo al hombre.

Debe ser la inspiraciòn de algùn muerto.
Debe -sin ètica- conservar las superficies
donde el puñal conjuraba lìneas macabras
y ningùn amor las creìa.

Pero el amor es otra superficie.

Una siniestra ejecuciòn en la piel llevada a cabo
por el deseo.

Un portentoso onirismo sin ningùn papel
en un diario.

Donde los periodicos sumaban en ellos
noticias de resina,
formulas de traversas, otra percusiòn.


Por ello observa el hecho como
diferencia.

Nunca fue una circunstancia.




Guillermo isaac paredes mattos

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