sábado, 5 de marzo de 2011

La Labor del Infinito

Yo fuì el ùltimo sentimiento en crear, por ello
èsta noticia. Propaganda con naipes de agua,
aura de jabalìnas.

Yo fuì el postrero nombre. Esa inmortalidad
que durà un segundo, mi corazòn sòlo fue seguido
por cartas y oràculos.

Por acertijos que caminan guiando a fragatas al ocaso
y confirman que poco pueden sus estelas en su intento
de regresar a sus vidas.

-se desvanecen en la superficie olvidadas
para siempre-

Tambièn fuì un navìo. Es decir un ser hecho
de madera buscando su latido en el mar. Porque
a ello lo condenaron los hombres.


Pero -sobre todas las cosas- fuì un sentimiento
en crear, la ùltima posibilidad de la vida,
el encuentro entre dios y los cisnes
me fue demasiado estrecho
para tensar allì mi cuerpo.

Y tuve que buscar otras cosas, sentarme
bajo una constelaciòn de àrboles
para mirar cual serìa el primero
en deshojarse.

Y acabar en algun lugar del infinito.

Perdido, desnudo, igual que
los hombres.


Guillermo Paredes Mattos

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