lunes, 7 de marzo de 2011

La Luz Cautiva

Como una maravillosa herida cautiva en un ala.

Cuando todas las supersticiones se unen para
crear la tierra.

Y un hombre se desvanece en imagenes. Bajo
ese mundo de nadie, donde la nada
puede imaginar por fín un eco.

E inasible cantar allí como un desdecimiento
que rompe bosques con bocas de armiño.

Cuando enemigos de cera abren la flor de barro
donde escupen los peces.

Y nosotros intuiamos que algo pasaba, pero jamás
un suceso.

De aquellos que nunca quiebran la línea
pues su sueño es morir en el punto.

Cuando las palabras terminan convirtiendose
en promiscuidad y ya no te queda a donde ir
mas que a un yo psicológico, versado en neurosis
de algas y prostibulos
comodas como ningún pensamiento.

Y debes pensarlo, lo creas o no, debes pensarlo.

Ese pensamiento ninguno, no ha hecho de ti lo que eres,
ha hecho de ti lo que queda.




Guillermo Paredes Mattos

No hay comentarios:

Publicar un comentario