Sin duda, mis pasos no encontraràn
una ciudad, èste oleaje.
Este presentimiento de amor en mis pasos,
la pùstula del cadaver en
su perpetuidad.
Donde el halo es una bitàcora
evanescente...donde el eter...
Hablo de lugares, diàlogo de polen...
Como un dòn cristalino, sin cèlulas
de transparencia,
despejando sus òvulos
un mediodìa de artes.
Artes como la llaga.
Artes desde la indiferencia.
Desde el camino a la mitad
o la vocaciòn que tuvimos
por los puentes donde el mundo
desperdiciaba un prodigio
tensado por moviles. Exodos
y omnicientes fòsiles bajo
solfeos de funerales.
Sin etiquetas, donde la boca
logre transfigurar un solo velero,
un invierno de margenes
como el que se acerca a nuestros labios
buscàndo una duna.
Un medano de sol y sangre.
Donde enterrar el sol
eternamente.
Guillermo Isaac paredes mattos
viernes, 11 de marzo de 2011
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