Alegorìa
Este poema està dedicado
Podemos escribir ese poema que no lleve rostro
pero que estè compuesto de huesos,
de piel.
Y màs aùn escribirlo sin que por ello tenga cuerpo.
Decididamente seguros que en su corazòn son
otras las criaturas de la arena
y los sìmbolos.
Parece necesario pensar que en ese poema màs que
al amor al ùnico lugar donde llegamos
es una lìnea.
A una abreviatura.
A un palco de agua para el acento.
A conclusiones donde nos compadecemos del invierno
y la negada posibilidada a su alma
de llevar el destino del
punto.
Este poema - este escrito o lo que fuere- se
inmolarà en dìas de venus
a lazos de juguete adquiriendo el caràcter
de una turba
de una orgìa de plata en el sueño.
Tù las conoces.
Ahora desde el singular te digo, puedo reescribir
ese poema, alejarlo de lo que alguna vez fue
y asi despierte sorprendido
de aquello que misteriosamente desde su existencia
tocò lo divino
para reconocer, para dormir en un amanecer
de fragatas y soledades.
Pero tanto lo divino, como mi cuerpo y el destino.
Todos siguen su propio camino.
Y esto lo sentenciò porque al igual que
existe un ser que convierte su soledad
en imperio.
Al lado de otra soledad, es convertida
en reino.
Guillermo Isaac Paredes Mattos.
miércoles, 14 de julio de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario