sábado, 17 de julio de 2010

Diseño de la inteligencia

Diseños de Inteligencia


Pienso en mi oráculo como una enfermedad.

En el interior de mis usos, de mis habitos
de mis costumbres mediatas o aquellas
que cuelgan sus sonidos por la trascendencia.

He pensado. Después mi noche tendrá significado
de pájaros irreconocibles, ellos descubrieron el horror
antes de mí, por eso meditan en el cielo.

Dentro de las
aves algo medita, idea, reflexiona, guarda el antes
y el después. Luego se construyen comunes
en la objetividad de mi lengua. La palabra en ella
es un yugo.


Pienso en mi oráculo para morder solamente
para trabajar las calles de madera en la rama
para terminar con figuras de plata en el ombligo.
Para invitar al mercurio. Esto me da otro pensar.

Días electricos donde la inmensidad arroja su abecedario.
Días absurdos como todo lo absurdo, esta interioridad
es un señor de ventanjas subjetivas, de poses idolatras
y la vida y yo tenemos alguna naturaleza, alguna desnudez
llena de tablas;nidos de opresivo maleficio.

No todo maleficio es opresivo, es luminoso para aquellos
que se han liberado, incluso luminoso para el que
resuelve ejeercios mortales en la penumbra
el que espera un oso con su mano de esgrima.

Pienso en mi oráculo ya hecho espantapajaros.

Uno que pisa la tierra, con la velocidad del arnes
o el misticismo de un ideario, conduciendo
su tradición por el ruido, por la observación
de la luz cuando es oprimida por el universo
y mi espiritu
sòlo mi espìritu piensa que todo termina
en ese mundo.

Y no es asi.


Guillermo Isaac Paredes Mattos.

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