VII
Hay simbolos que por snobismo se borran en conjuros.
Planes de dolor escribiendo al lenguaje, cuando su muerte
es sensibilizada por los sueños.
Ante la muerte como ante la vida, somos sonàmbulos.
Esa locura nos mantiene lucidos en cada calle, en cada suciedad.
Por ello somos tambièn lunàticos.
Si alguien o algo desfigurara su rostro ante el mìo,
explicarìa al espacio, que ellos no conocieron
el placer de anhelar, de ansiar sin ser provocados.
La muerte es tambièn una maldiciòn temeraria por ello.
Su idea o sus vocablos se arriegan ante
un juego de balas, ante una ruleta de sangre
donde escribimos identicamente a esa infancia
donde las làpidas eran niños despertando
en los oceanos de mi lecho.
Cada uno entro lleno de amor por mis heridas.
Asi empezò este conocer.
Y concluyamos.
Para evolucionar, hay que cruzar el abismo.
Guillermo Isaac Mattos.
martes, 16 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario