domingo, 21 de febrero de 2010

Iniciaciòn espiritual para un Buho

Iniciaciòn espiritual para un Buho

36



Junto a una masacre està el mar, el vidrio de un extermino
ascendiendo en las hojas, la estructura de un sentido marino
boreal y abstracto como el sueño.

En los àrboles canta un buho su jardin venereo y azules
de plata nos indican que el pensamiento y el verbo, incluso
la poesìa, nunca seràn antes que la aguja quebrando
en dos los pedazos de una mañana,
la història donde un articulo memoriza titanes
algo como un sentimiento,
irrumpiendo en los astros ebrio de imaginaciòn
con victimas de fantasìa
y verdugos de hierba.

Pero esta noche la medialuna lleva nombre de aire
donde aparece y desaparece mi nombre
y son los circulos del ave
depredando mi soledad quienes
insinuan barbaries de olvido,
liquenes donde el ansia antes del anhelo
y el deseo camina al corazòn
como una sombra.

Yo vì mi oscuridad, era de noche en ese follaje
llamado devenir, era de agua, tanto asi que los liquidos
representaban sustancias
y dos voces dejaban que mis ojos
fueran la manifestaciòn que en los bordes
recoge inalambrica
un aliento de màgica pesadilla
y barcos de cera.

Porque mi vida y mi mar
son sòlo ardientes manuscritos
donde la providencia es instinto
una simulaciòn de mis manos entre los pergaminos,
los gorjeos de un bosque
asesinados por dioses y
dinastìas de heridas,
dejando sus ùltimas esperanzas
en el dramàtico amor de
una tronera.


Guillermo Isaac mattos.


De iniciaciòn espiritual para un buho, poema 36. Lima Julio del 2006

No hay comentarios:

Publicar un comentario