Tradición de la Luna
para ellos, yo era el manicomio entero.
Sí mi corazón evolucinaría entre venus con un martillo en
la mano, como lo hace una estrella.
Sí, dejara de humedecer cada objeto que toco, para involucrarlo
como si tuviera que representar una existencia, un objeto.
Sí pudiera escribir un poema con o sin tradiciones, como si esto
importara a la poesía. Cómo si esto fuera
importante a la historia. Es más a las cenizas
de la humanidad.
Cuando la naturaleza perdona el estigma, mas no la incursión
de un brillo, cuyo espíritu es mortal porque en el fondo
como el mío está hecho de barro.
Y al mirar mis paredes vuelvo a confundirme con el barro,
sencillamente porque está solo.
Porque no hay líricos fundamentos en sus hojas, ni en la realidad
simplemente bordeamos una letra
y son árboles detienendose subjetivamente como
un huerto, o un jardín de espinas.
He dormido en alguno...pregunto.
Acaso he representado en mi vida el brillo que
un cuervo detiene al lado de alguien que agoniza
devorando silenciosamente y con inteligencia
su craneo. Ahh, mis pobres cuervos.
Acaso este remordimiento intelectual de mi frente
podrá ser inasible como la pustula
de un niño absolutamente profético.
A quién miento cuando estoy solo.
Cuando no existe nadie ni nada donde escenificar
bastardos planteamientos de siluetas
viajando publicamente a las sombras.
Y amo las que jamás se pronuncian.
Las que vibran en la soledad como una nave solitaria
que el pulso debe llevar para
no traicionarse.
Y me he traicionado muchas veces.
Inteletual o vivencialmente.
Como lo hace un pájaro cuando lee hemisféricamente
y los colores de sus alas
no pueden ni tienen nada
que explicarnos.
Pero mi intención viaja
al presentimiento de ese brillo llamado conciencia
sin poder ser iluminado
por el fuego de su prodigio.
Cuando tradiciones de velo se detienen porque
mirar en ellas es moderno
como un prostibulo
de mágicas vanguardias.
Lamentablemente no creo en los magos.
Hablo de noche solamente con ellos.
Con la dialectica de un escrupulo
que despliega su espíritu entre manantiales
y violentas gravedades.
Manifestemos y manifestemonos fisicos ante una
de ellas esta noche.
Guillermo Isaac Paredes Mattos.
martes, 16 de febrero de 2010
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