miércoles, 5 de septiembre de 2018
Narcisidad
Es extraño quedarse solo.
Tener una metáfora en la garganta.
Contemplar a un dios que besa a si mismo
su rostro.
Lo último es poco convencional.
Implica un giro de los labios poco comun.
Pero sucede.
Luego de que ese dios se ha desarrollado
casi por completo entre la humanidad.
Y sabe que no queda más que las
sombras.
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