sábado, 29 de septiembre de 2018
El Destino de los Zodiacos
Si la estrella volviera a esa calle.
Si la estrella volviera a esa calle donde vivimos.
Qué haríamos. Me pregunto.
La pregunta por lo general tiene la capacidad de
sobrecogernos. Ese es el primer paso que da el misterio.
A través del sobrecogimiento camina.
Pero el misterio es como una intuición por la cual
el devenir nunca pierde su relación con el oxigeno.
-!vaya pulmones¡-
Pero si esa estrella volvería a aquella calle.
Y luego -igual que ayer- ascendiera por tus prendas hasta
llegar a tu cuello.
Y desde el mismo enumeraría -en una especie de
narración- las cosas que vagan por el infinito.
Si tú pudieras afirmar nuevamente que ello es
lo eterno.
Si yo lo escucharía.
Si pudiera volver a escucharlo como se oye a veces
la sombra de una palabra.
-con esa mágica fantasmagoría incrustada en cada
uno de sus puntos-
Si los espectros no tuvieran que esforzarse tanto para
saber que están allí colmados y extasiados.
Llenos de pubis y a veces de ubres.
!oh si la estrella regresaría a esa calle donde
alguna vez tuvimos hambre o sed¡
Y volviera a decir -como entonces- millones de palabras.
Y tú y yo después de quedar dormida en tu cuello
sólo pudieramos coincidir en una cosa.
Que con su partida de una de las constelaciones.
Una figura de los zodiacos irremediablemente
jamás volverá a ser la misma.
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