lunes, 9 de octubre de 2017

La Espera de los Reflejos





Era una historia.
Una historia figurada por lo meticuloso.
Indagando siempre en la hierba con una utopìa.
Cortejando a los huesos en epocas de madera
en que las siluetas se parecen a nosotros.
Y dejamos de ser humanos solamente.
Digo solamente.

Tenìa triàngulos y biceps.
Artropodos y destellos invertebrados emparentados
con el roce. El roce ademàs es una especie de
parpadeo que toca lo hialino o se sujeta a
transparentes premisas de manera
inconquistables.

El roce es un extraño ademàn que llega desde 
las tinieblas con un meridiano en la boca.
En los lenguajes de los circulos mientras son
de aceite.

Era una historia porque en toda historia los
muertos siguen a las geografìas
y las cupulas para engañarnos ensortijan mitones 
en las axilas de los nombres.

En ese lugar.

En ese lugar donde sòlo a los dinosaurios les ha sido
dado esperar sus reflejos.









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