sábado, 31 de enero de 2015

Verano de Fabricas






Ello es algo como los paises en los continentes.
Es decir el amor cede al trueno
igual que un cadaver a un gusano o la mariposa
duerme en el secreto de la crisalida
de manera oriental como
los cisnes y las 
chimeneas
ignoradas en un verano de fabricas.

Y todo ello es levantado por un cuerpo que
se dice criatura del bosque, antes
de llegar a un cementerio y bañar las tumbas 
de aceite.

Asi llegamos a ese pensamiento donde las cosas
se elevan como seres en la continudad
creando una forma de opuestos
entre la angeología de las
fosas comunes o la
opinión y el deseo, los cipreses o el universo
que rodea una casa de papiros,
los numeros del helecho allí convertidos en nombres
y baculos, en rituales de arboles que entre la 
hojarasca cayendo a la tierra.

Especulando.
Obstaculizando al sol en la arena.
Llenando los tejados de algo semejante a los mentones
o los espacios donde el esqueleto
arranca de sus huesos
los estandartes de calcio o de zinc
tocados inviernos antes por una bandera.

Por un ondear de idolos que escalan 
los tropicos y los accedos a un planetario
a una escalera donde la identidad del yelmo continua
en tu boca lleno de tridentes y almirantes
de estrepito
donde los relojes se transforman en 
calendarios y las infamias
en banderas.







No hay comentarios:

Publicar un comentario