jueves, 27 de abril de 2017

Las Herraduras de los Pàjaros





En el horizonte està la sepia y lleva el conocimiento del
vapor . Tambièn se encuentran las supersticiones
incrustadas en las puntas de una espìna. Los prismas
y cuadrilateros.

En el horizonte, con esa ilusiòn que imaginando lo inasible
se acerca a los àrboles secretos, entre infraestructuras
de polen rasgando los solsticios. Los espacios.
Las cofìas y sudores.
Las nociones de espuma y granizo en un
punto de los edificios donde las
avispas ensayan un color celeste de tijeras
evaporandose en una astrologìa de 
aceite.

Conduciendo lucidas edades de opuestos donde
las aristas colocan geneticas grietas en las ramas. Estrabismos
cuyos destellos anuncìan la edad de una torre o el 
devenir de un hambriento apogeo de yodo
asumiendo neologismos de pus en una carta, en una 
cientìfica rada develando de manera inusual el infinito
y las huellas de un elefante en la orilla
con periodos intermedios de lenguajes entre el mito
y el oceano.

Entre llegadas de brea sobre aeropuertos de trigo.

Con pinceladas de efebos antediluvianos y puros.

Transformando en runas por objetos un tanto solidos
despuès de un largo camino de efemerides.

O un largo transtorno de indolentes briznas.

Arrancando herraduras -siempre arrancando herraduras-
a las picos de los pàjaros.





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