lunes, 20 de mayo de 2013
Los Margenes Verdes
En una lluvia aerea en el ozono.
En historias estrùcturales de bocinas.
En estigmas y promiscuidades de inviernos o altercados.
En el lirio de acido junto a un museo.
En pliegues de emboscadas, sabotajes y pechos.
En sartas donbde libera un druida su traje de astronauta.
En oniricos troqueles con pentagramas de candelabros.
En mentes trasladando espacios conmoviendose.
En sentimientos sobre testamentos y supersticiones.
En el hodrògeno natural y su danza.
En el ballet del rubor y su sinuosidad global.
En un arabezco partenòn.
En el ìdolo de centenarios y el de los colosos.
En elheraldo que jamàs duerme bien.
En un ahora revelàndose.
Sin bengalas.
En el fratricidio del trapecio.
En el sabor a quemarropa heroicamente sordido.
- Ese en el que no cultivamos mas que un
ladrillo-
En el ladrillo cultivado màs y màs alla sin intentarlo.
En los temperamentos del arco o el matìz de una guerra.
El los hibridos nauticos de la piel cuando salpica.
En el depilador delhumo.
En vaticinios de margenes verdes como el que agita una acacia.
En la curiosidad nerviosa de una laguna.
En este recurso tan viejo en el cual resuelve un texto,
un idilio con su màs hermoso demonio.
Guillermo Paredes Mattos
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